Constantemente nos preguntan en qué somos diferentes y por qué algunos de nuestros productos cuestan más que los de una joyería tradicional.
Lo que principalmente nos diferencia es que nos especializamos en piezas personalizadas y joyería de arte. Podemos transformar cualquier idea, concepto o historia en un joya única e irrepetible.
Y esto implica varias cosas:
1. El trabajo requiere mano de obra profesional y especializada.
A diferencia de la mayoría de los joyeros o diseñadores, nosotros somos joyeros Y diseñadores. Una personalización requiere ser capaces de transformar los deseos y estética de nuestros clientes (que sería el trabajo del diseñador) en una joya de alta calidad con fina atención al detalle (que involucra maestría en el trabajo orfebre).
Por lo mismo, nuestro equipo está conformado por:
Elisa Garza: Diseñadora Industrial egresada de la UdeM. Quien se especializó en diseño y fabricación de joyería en Buenos Aires Argentina, siguiendo la tradición orfebre heredada de Italia. Es socia fundadora de Ikcha y lleva 7 años impartiendo clases de joyería en la casa-taller, siguiendo el esquema de los grandes maestros joyeros.
Abraham Merla: Arquitecto egresado de la UdeM y artista multidisciplinario. Cuya trayectoria lo ha llevado a participar en diversos proyectos de transformación cultural y social. Su enfoque holístico ha llevado nuestras piezas a todos los rincones del planeta para que, de esta forma, más y más personas puedan trascender con joyería única.
Carolina Mendoza: Humanista y socióloga egresada de la UdeM, con varios diplomas certificados en conocimientos esenciales de Joyería, piedras de color y diamantes del Instituto Americano de Gemología (GIA). Ha enfocado su trasfondo multicultural al ámbito comercial y es quien ayuda a nuestros clientes a encontrar el balance entre el valor monetario y el significado personal de las piezas que están adquiriendo.
El trabajo conjunto de nuestro equipo da como resultado una pieza única, irrepetible y hecha a medida de nuestros clientes. Es muy similar a adquirir un traje de sastre en vez de uno genérico de tienda, que aunque más tardado, no tiene comparación en calidad y sentido general de la pieza.
2. No tercerizamos para abaratar la mano de obra.
Creemos en el comercio justo y en la equidad social. Por lo que nos rehusamos a explotar el trabajo de comunidades vulnerables o emplear mano de obra mal pagada proveniente de lugares donde las personas tienen que malbaratar sus servicios para subsistir.
Por lo mismo, una pieza de plata nuestra puede costar mucho más que un anillo sencillo de oro de una tienda, no porque el material sea más costoso, sino porque el trabajo involucra muchas más horas de producción de mano de obra de un profesionista. Por ejemplo, nuestro anillo Tulum de plata toma más de 40 horas de trabajo especializado, a comparación de un anillo sencillo de oro que puede salir en 4 horas en una producción en serie. El material del anillo sencillo es más caro, pero no tiene comparación en nivel de complejidad y trabajo.
3. Estás recibiendo un servicio Inigualable.
Anteriormente sólo los emperadores, tlatoanis y reyes tenían la oportunidad de plasmar su realidad en piezas de arte. Era un lujo al que pocas personas tenían acceso puesto que es una forma de trascender en el espacio y el tiempo.
Ikcha es uno de los pocos lugares que se especializan en este tipo de servicio. En piezas que no vienen de una producción en serie o de un molde. Y por lo mismo tienen un significado que va mucho más allá del material con el que está hecho.
Así que en resumen, lo que nos hace diferentes es que el valor de nuestras piezas no proviene de una marca o de un estatus de poder; sino del significado y la intensión que acompañará tu pieza de joyería por generaciones...